LLERENA, 27 DE ENERO DE 2020.

Son muchos los hogares que optan por calentar sus estancias con braseros de carbón natural o picón. Una vez convertidos en cenizas y finalizada su combustión se suelen desechar en los contenedores urbanos tradicionales y en muchas ocasiones, esos rescoldos se depositan aún calientes. Esta mala actuación propicia que los contenedores ardan de forma accidental y que se genere una situación peligrosa para vecinos y operarios del servicio, además del consiguiente coste económico.

Por este motivo, el Consorcio para la gestión de servicios medioambientales de la Diputación de Badajoz ha elaborado un listado de buenas prácticas para el desecho adecuado de los restos de brasero de picón:
– Dejar las brasas al menos 48 horas en un cubo o recipiente metálico antes de depositarlas en el contenedor.
– Es aconsejable apagar las brasas con tierra o arena; no se recomienda utilizar agua
– Por último, introducir los restos siempre en bolsas bien cerradas, nunca a granel, dentro del contenedor y respetando los horarios de depósito.

Además del peligro que la mala actuación al desechar los restos puedo ocasionar para vecinos y operarios, el coste de reposición, reparación y limpieza del entorno puede alcanzar hasta los 500€ por cada incidencia.